Característicamente las balanopostitis se manifiestan como uno o más de los siguientes datos clínicos: Eritema (coloración rojiza) del prepucio y/o glande, comezón o ardor local, esfacelación (pérdida de la cubierta cutánea que puede llegar a úlceras), fisuras, secreciones y mal olor.
No todas las balanopostitis son de origen infeccioso, pero en 2/3 partes de los casos puede haber un microorganismo implicado como las bacterias o los hongos.
El uso de medicamentos de venta libre (OTC), sin una evaluación profesional del cuadro clínico, puede llevar al paciente a sobreinfecciones o complicar su cuadro clínico al modificar la flora (Bacterias buenas) del pene y favorecer el sobrecrecimiento de cepas de microorganismos resistentes incluso a los medicamentos más potentes.